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21 de febrero de 2011

113: "LA LUZ"

Corría una calurosa tarde de verano y como cada año, nos disponíamos a ponernos en marcha para comenzar nuestras vacaciones. Ansiadas vacaciones, tan esperadas cada año y que cortas se nos hacían. Las maletas ya estaban en el maletero del coche, los niños ya estaban sentados en sus sillitas y sólo quedaba mi mujer que para no variar siempre era la última en bajar y la causa de que día tras día, llegáramos tarde a todos sitios. Después de 15 minutos de espera, por fin Sole baja y nos ponemos en ruta.
_ ¿Preparados niños?
_ ¡Si Papiiiiiii! Gritan todos al unísono.
Ramón pone la radio a un volumen bastante considerable y pisa el acelerador a fondo.
Justo en ese momento suena en la radio la canción preferida de los niños y todos se ponen a cantarla: Te regalo mi amor, te regalo mi vida……………….., les encanta Malú.
El camino se hace pesado ya que la casa de pueblo a la que se dirigen queda a 248 Km de su casa. Hacen un par de paradas por el camino para repostar, estirar las piernas y tomarse un tentempié.
_ ¡Parece que la tarde está empezando a caer! Dice Ramón
_ Será mejor que nos marchemos o llegaremos muy tarde la pueblo y aún nos queda mucho camino.
Vuelven todos a tomar asiento en el coche y reanudan la ruta. La noche se va acercando y aún les queda 50 Km. Los ojos de Ramón le empiezan a picar y maldice una y otra vez que Sole no se sacara el carnet de conducir. Los minutos van pasando, Ramón mira hacia atrás y ve que los niños duermen y Sole empieza a dar una que otra cabezada. ¡Que envidian le dan! Se concreta en la carretera pero cada vez le pesan más los ojos. No sabes si fue cuestión de segundos pero los ojos se le cierran y cuando los abre se da cuenta de que ha perdido el control del coche. Ramón grita llamando a Sole y ésta al abrir los ojos sólo consigue ver que el coche se cae por la cuneta y empiezan a dar  imparables vueltas de campana.
Una luz cegadora invade la visión de Ramón. ¿Qué ha pasado?, ¿Sole? , ¿Los niños?, ¿Dónde estoy?, ¿Es esto el cielo?
Ramón comienza a distinguir una figura de una mujer.
_ ¿Quién eres?
_ ¿Eres un ángel?
_  No, para nada. Digamos que tengo otra misión en el mundo.
_ ¿Entonces quién eres? ¿Un demonio?
_ Tampoco. Principalmente me encargo de acoger las almas de las personas fallecidas.
_ Entonces… ¿Eres la muerte?
_ Así me llaman.
_ Mi familia, ¿Esta muerta?
_ No, ellos se encuentran bien.
_ Me hubiese gustado despedirme de ellos.
_ Para eso estoy aquí. Te dije que mi principal misión es acoger  las almas pero esa no es le única.
_ Contigo será diferente como con algún otro. Podrás volver a ver a tu familia, es decir, tendrás una segunda oportunidad. No la malgastes y recuerda que el sueño y el coche no son compatibles.

CAMINANTE SILENCIOSO
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“Escribir en medios como este es una manera de enriquecer el alma. Auque sea así, a escondidas, la oportunidad de compartir lo que uno siente con otras personas es un bien impagable con dinero.”


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