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26 de noviembre de 2010

26: "UN NOVIO PARA MAMÁ"

Cierta noche de luna llena las estrellas brillaban como nunca. Bastian estaba junto a su prima Camila. Observaban cómo está alumbraba toda la oscuridad de la hermosa noche. Yo me preguntaba cómo sería estar cerca de las estrellas y veía cómo mi hijo contemplaba todo y se sentía feliz junto a su prima. Escuchó decir a Camila que si miraba a la primera estrella que brillara más intensamente en el cielo, a ella debía pedir un deseo. Bastian prestó mucho oído a esto y me tiró de un brazo, y al oído me dijo:
-¿Mamita, escuchaste? ¡Pide uno ahora y se hará realidad mañana!
-Está bien - Le respondí - ¡¡¡¡pediré que mañana comamos torta de chocolates!!!!
-Nooo - Me dijo él - ¡¡¡¡¡ pide un marido para que seamos una graaaaan familia!!!!!
“Qué increíble”, pensé...”mi hijo deseaba un marido para su madre y yo solo una torta de chocolates para ambos”. ¿Un marido? Mmmm, que extraño, con lo celoso que es y quiere que me case. Pero yo, muy obediente ante los deseos de mi hijo, pensé “mmmm novio, marido, jajaaa mmm ¿por que no?” Y cerré mis ojos, cabeza erguida al cielo, los abrí y a la primera estrella que ví dije:
-Querida estrella, quiero que envíes a mí a un buen hombre que me haga feliz.
Pero parece que le puse mucho color y casi pensé como niña...”que sea apuesto, galán, que me quiera mucho y que comamos muuchos chocolates juntos, mi hijo, yo y el posible novio. Y, si tiene hijos, no importa, juega con el mío y repartimos los chocolates. Jaaaa”. Camila no supo lo que pedí, pero Bastian me dijo:
-Mamita pediste un novio, ¿no?
Le dije:
-No lo quiero.
-¡¡¡Mamaaaa debes hacerlo!!!
-Si hijo, lo pedí, pero, shuuuu, es un secreto.
Él me cerro el ojito y me dijo despacito:
-¡¡¡¡Mañana lo conocerás!!!!
Cosas de niños, pensé.
Ya era hora de terminar el turno donde me encontraba trabajando, cuidando niños. Debía entretenerlos. Y cuando ya me iba ví llegar a un hombre con su hijita de la mano. Se veía un hombre bueno, con carita de felicidad. Y la niña se veía más feliz aún, hermosa. Su carita brillaba tanto como el pelo de su papá. Me gustó el aura que irradiaba, y me acordé de la estrella. Estoy segura que era una estrella, aunque a veces se movía un poco. No creo haberla confundido con un avión o un meteorito. Mmmmm, difícil.
Aunque a la posible estrella le pedí un novio, no un marido, comenzamos a salir. El hombre, pelito al viento, la niña, carita feliz, mi Bastiancito soñador y yo, la mamá a la que su hijo le buscaba un novio, jaaaa.
Nunca comimos torta de chocolates juntos. Ni tampoco miramos la luna, ni las estrellas los cuatro. Pero cada vez que lo miraba a sus ojitos, al entonces mi novio que después se convirtió en el novio fugitivo, pensaba... “¿habrá sido una estrella de verdad a la que le pedí el deseo....?”
Yo me sentía muy feliz y pensé, luego de mucho tiempo de estar sola, que no era tan malo sentirme acompañada otra vez, acostumbrada hacer mi hijo y yo, ser de a cuatro resultaba entretenido. Y, ciertamente, su hija era un encanto. Recordé además lo dicho por Camila, mi sobrina, que lo de la estrella era cierto. Si uno le pedía con el corazón, la estrella te lo concedía. Habemos quienes creemos tanto como los que le preguntan su suerte al hada mágica del facebook o a la galleta de la fortuna...ésto parecía más real. Eso sí, era un deseo en vivo y en directo, sólo había que mirar al cielo en una nochecita estrellada.
Un día nos juntamos de nuevo los cuatro y Bastian dijo:
-Que felicidad mamá, a lo mejor llegamos hacer una familia. Se lo agradeceremos a la estrella.
Mi novio entonces dijo:
-¿Cuál estrella y por qué?
Mi hijo, con la inocencia de niños, contó lo ocurrido esa noche. Pero lógicamente el romance no terminó por eso. Con el tiempo nos distanciamos hasta que mi ex novio se convirtió en novio fugitivo, después de que yo quería ser de nuevo, solamente, mi niño y yo.
Entre mi pensé, “¿cómo pude ser tan niña? Más que mi hijo quizás. ¿Creer que una estrella me traería un novio? Tampoco lo quería tener. Pero cuando llegó fue bonito. Después que el romance terminó llegué a casa con una gran torta de chocolates, pero no para celebrar lo ocurrido, sino que para subirme el ánimo, ya que las mujeres acostumbramos a comer cosas dulces cuando estamos tristes. Pero quería compartirla con el ser que más feliz me hace, mi pequeño angelito.
-Mamá, ¡¡¡que riiiico!!! Torta de chocolates ¿Qué celebraremos? - Me preguntó el niño - ¡¡¡hoy hay muchas estrellas!!!
De nuevo me conversó Bastian mientras disfrutábamos de la rica torta.
-La verdad, no quiero ver estrellas, sólo te quiero ver a tí comiendo esto tan riico. - Le dije.
Después de terminarla toda, nos sentamos en el patio donde podemos ver el mar de frente, y al cielo y sus estrellas, como dice la canción...Bastian, como siempre con su inocencia de niño, pero inteligencia que me sorprende cuando me quiere cuidar y me protege pese a su corta edad, me dice:
-Mamita, creo que te equivocaste, ese día no te pusiste tus lentes. Viste mal, de seguro no era una estrella. Era un avión y tu sueño se los llevó el avión de viaje, jaaa.
-¡¡¡Noo!!!! - Le respondí - Mi amor, los deseos debes pedírtelos a tí mismo, a tu cabecita y corazón. La cabeza los planea y tu corazón te da la fuerza para que se cumplan.
Y él me dijo:
-Pero si Camila dijo que a ella el deseo se le cumplió.
-Puede ser que la estrellita la ayudara. - Le dije. - Pero yo no necesito pedir un deseo a la estrella. Tú yo ya somos una familia. - Le recalqué nuevamente.
- No pediste un novio. - Me insistía Bastian. - Mmmmm... la verdad no. - Le dije a mi hijo - No le pedí un novio a la estrella...Le pedí una graaaaan torta de chocolates, para que la comiéramos juntitos el día que hubiera de nuevo una luna llena con una gran noche estrellada, como ésta.
Bastian me miró y se sintió muy feliz. Miramos de nuevo las estrellas pero cuando apareció una grande y fugaz corrió a mi dormitorio y me dijo:
-Mamá, espera - Me trajo mis lentes y me dijo - Toma mamita, por si acaso, para que no te confundas de nuevo entre un avión y una estrella.

Ciertamente mi hijo aún busca un novio para mamá.

JULIETA CUENTACUENTOS
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"Me dedico a escribir historias desde la edad de los 12 años. Hace 5 años que escribo historias para niños y las que se las expreso a través del cuentacuentos, utilizando disfraces y toda una ambientación para que los niños hagan volar su imaginación.
Durante todos estos años y a través de mis presentaciones me capacité para poder realizar este hermoso arte, Soy una de las pocas personas que realizan este arte en mi país de la forma en que yo lo realizo.
Saludos desde Chile. Me llenaría mucho de felicidad poder compartir este cuento con ustedes"

Saludos desde España Julieta. Encantados de contar contigo.

1 comentario:

  1. Felicitaciones Amiga; sé que el andar no ha sido fácil pero firme y paso a paso llegarás a cumplir tus Sueños no dejes nunca de soñar. Éxito!!!! TQM.

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